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Origen y variedades del Melón
El melón es uno de los frutos más grandes (su peso puede oscilar entre los 700gr y los 4kg) y de los mayores en contenido de agua (hasta un 85% de su composición). Además, posee otras virtudes como el betacaroteno (que en nuestro organismo se convierte en vitamina A), vitamina C y B9 que refuerzan nuestro sistema inmunitario. También contiene potasio, fósforo, calcio y magnesio.
Su origen se remonta hasta el antiguo Egipto, donde se han llegado a encontrar representaciones de este fruto en tumbas del año 2400 a.C. Antiguamente se le describía como La obra maestra de Apolo ya que sus numerosos beneficios se comparaban a los del Sol. Ya en la Europa moderna, el melón apareció en Francia a finales del s. XV, donde era muy consumido por la corte. El propio Cristóbal Colón fue quien introdujo esta fruta en América, aunque en aquella época su tamaño no era mayor al de una naranja, este ha ido experimentando cambios y variaciones a lo largo de los siglos hasta encontrar las variedades que tenemos a día de hoy.
En España, las comunidades más productoras de melón son Castilla La Mancha (con hasta un tercio del total de la producción nacional), Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Respecto a sus variedades, podemos distinguir entre tipos y variedades de melón. Entre los tipos de melón más conocidos que podemos encontrar:
- Melón Cantalupo: Esférico, con la piel lisa, una pulpa naranja, y es más pequeño. Tienen un sabor dulce y muy aromático.
- Melón Galia: Esférico, pero algo ovalado, tiene la pulpa blanca verdosa y es poco consistente. No es muy dulce y tiene un tamaño medio.
- Melón Honey Dew: También conocido como Melón de invierno, es más ovalado, tiene una corteza amarilla, lisa y suave. Con una pulpa blanca muy jugosa y azucarada.
- Melón verde español o inodoro: Es el melón ovalado, de tono más oscuro y el más común, además de tener una gran resistencia al transporte y una excelente conservación. Es en este tipo donde encontramos diferentes variedades, como son:
- Piel de sapo: Su temporada es en verano, tiene la corteza fina y manchas oscuras. Su pulpa es blanca amarillenta, con poco aroma, pero muy sabroso y dulce.
- Tendral: Originario del sudeste peninsular, tiene una piel rugosa, más gruesa y uniforme, esto facilita su conservación. Tiene una pulpa blanca y dulce.
- Rochet: De piel lisa, pero con arrugas en los extremos. Es más alargado, muy dulce y con poco aroma.
- Villaconejos: Su piel presenta una especie de estrías en toda su superficie. Tiene un color pardo, mucha pulpa blanca y un sabor muy intenso, jugoso y fresco.
- Negro gigante: Esta variedad es rara de encontrar comercialmente debido a su enorme tamaño (puede llegar a pesar hasta 10kg). Los productores suelen cultivarlo para consumo propio por ser muy dulce, además se conserva tan bien que puede hasta llevar a Navidad en buen estado.
Encontramos muchos otros tipos de melones que vienen de cruces realizados entre diferentes variedades así como las llamadas modificaciones de producto, donde se van buscando tamaños específicos entre otros.
Temporada de recolección del melón para su posterior conservación en España
La temporada de recolección del melón depende de muchos factores a tener en cuenta, como el propio lugar de cultivo, o la variedad de melón que se haya cultivado, ya que algunas son más tempranas que otras.
Por norma general, su recolección se realiza desde los primeros meses de calor hasta los últimos, la época comprendida entre primavera y otoño. En zonas de clima más cálido como las Islas Canarias, o el sur-sudeste peninsular la recolección será más temprana que en el interior o el norte de la península.
Tras su recolección, es aconsejable una correcta pre-refrigeración para el melón, a una temperatura entre 4-6ºC en el menor tiempo posible. Además, cuidando su humedad, lo cual se puede conseguir mediante aire forzado.
Almacenamiento del melón para su distribución
Para un correcto almacenamiento del melón tras su recolección hay que cuidar cada detalle, pues se realiza durante los meses de calor y eso siempre juega en contra de la conservación de los alimentos.
Tras una primera pre-refrigeración para descender su temperatura, la variedad del melón será un factor clave que determinará el esfuerzo requerido para una correcta conservación.
Por ejemplo, los melones Cantalupo o Galia son más perecederos, sin embargo, son menos sensibles al frío, por lo que se pueden llegar a conservar hasta 2 semanas a bajas temperaturas, entre 0 y 4ºC.
Por otro lado, los conocidos como melones inodoros, como serían los Piel de sapo, Tendral, etc., debe tener una temperatura algo más alta, comprendida entre los 7 y los 10ºC en su almacenaje, pudiendo llegar a conservarse en buenas condiciones hasta 6 semanas tras su cosecha.
El cualquier caso, la humedad relativa óptima para la conservación del melón debe ser de entre el 85 y 90%, para preservar toda su calidad post recolección. Sin embargo, si estos son sometidos a una elevada humedad durante largos periodos de tiempo, pueden llegar a producirse daños en la superficie del melón.
La técnica de conservación consistente en el tratamiento con etileno degrada la clorofila, lo que consigue que los melones verdes recolectados consigan una coloración más amarillenta durante los 10 días posteriores a su aplicación, aunque, para conseguir la máxima efectividad en este tratamiento, los melones deben haber sido recolectados con un grado de madurez correcto. Sin embargo, este proceso tiende a su desaparición en la actualidad, ya que, aunque es muy utilizado en variedades como la Honey Dew, no resulta tan efectivo con otras como el Cantalupo, más sensible al etileno, pudiéndole producir un exceso de maduración durante su distribución y almacenamiento.
¿Qué problemas podemos encontrarnos tras la recolección del melón?
Durante el almacenamiento o la comercialización del melón, si este no es conservado como se debe, pueden producirse distintos tipos de alteraciones, tanto fisiológicas como fúngicas.
- Posibles alteraciones fisiológicas:
- Quemadura por el sol.
- Daños por frío.
- Fruto hueco.
- Rajas.
- Descomposición.
- Posibles alteraciones fúngicas:
- Enfermedades varias: Colletotrichum lagenarium, Cladosporium cucumerinum, Fusarium cucurbitae, Botrytis cinérea, o la Rhizopus nigricans.
- Bacterias: Erwinia aroideae, Pseudomonas lacrimans.
Por ello, es muy importante seguir las instrucciones de conservación y almacenaje con mucho cuidado, ya no sólo para aumentar la vida útil de la fruta, sino también para evitar posibles problemas de salud en el consumidor.
Transporte del melón en España y Europa
El principal medio de transporte en España para la exportación del melón es a través de carretera, por medio del camión refrigerado, suponiendo este hasta un 95% del medio escogido para el transporte de melón. Esto es debido al coste, la rapidez y la adaptabilidad de este medio de transporte a las necesidades de producción y comercialización. La campaña del melón español es corta y sobre todo con una predisposición mayor al mercado europeo.
Los principales importadores de melón desde España en Europa son:
- Francia.
- Alemania.
- Reino Unido.
- Países Bajos.
Entre estos, acaparan más de un 65% del total de exportaciones de melón desde España. Aunque, la mayoría del melón importado a Europa es procedente de Sudamérica, concretamente de países como Brasil, Chile o Costa Rica. Por temporada y escasez de melón, muchos productores españoles importan melón desde Senegal durante el fuera de temporada en España.
Desde España, Murcia es la primera provincia en exportación de melón a Europa. En 2021 llegó a exportar hasta 208.680 toneladas, lo que supuso casi la mitad de la producción total de melón que salió de España con destino a otros países, con un valor de algo más de 150 millones de euros.
Desde Antonio Marco, conocemos perfectamente las características necesarias para el almacenaje, la conservación y el transporte del melón, además, contamos con los medios y la tecnología necesarias para hacerlo de manera óptima.
Tanto nuestros transportistas, como el personal de nuestro centro logístico, están perfectamente cualificados y preparados para conseguir que el melón llegue en las condiciones idóneas a su destino final, y ayudar así a mantener tanto a España como a sus empresas agrícolas a seguir liderando las exportaciones de frutas y hortalizas en Europa.